jueves, 6 de noviembre de 2014

Ahí, donde la puerca retuerce el Rabo!!

LA SENTENCIA DEL T. C. QUE NOS LIBERA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS DEJA UN MENSAJE CLARO: "NADIE TIENE DERECHO A VIOLENTAR LOS DERECHOS SOBERANOS DE LA REPUBLICA DOMINICANA".




Durante mas de un año y a raíz de la valiente Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, que definió con claridad meridiana quienes son dominicanos y quienes no, asistimos a una campaña bestial contra la república dominicana, lidereada por los Estados Unidos, Canada, Francia y los países miembros del Caricom,  apoyados por una serie de organizaciones de la sociedad civil y de personeros de los medios de comunicación pagados por los referidos países a través de la USAID, del PNUD y otras agencias imperiales, que en todos los foros nacionales e internacionales negaban el derecho de la nación dominicana a decidir quienes tienen derechos a ser considerados nacionales, y su soberana decisión de deportar a los nacionales de otros países que viven en el nuestro en condición de ilegales.

Durante ese largo periodo los Juan Bolivar Diaz, los Huchy Lora, Marino Zapec, Rosario Espinal, Fausto Rosario y una larga cadena de periodistas al servicio de una mal llamada sociedad civil y de intereses foráneos, se prestaron para acusarnos de  "racistas", "nazis", "nacionalistas de hojalatas", "antihaitianos" y decenas de epítetos mas, solo por negarnos a reconocer como dominicanos a centenares de miles de haitianos ilegales e indocumentados, bajo el pueril argumento de que son "refugiados" y "apátridas", cuando en realidad son simple y llanamente ciudadanos haitianos que huyen de las condiciones infrahumanas en que los países imperiales han sumido a ese pobre país, después de saquear sus riquezas, explotar sus recursos naturales y abandonarlos a su suerte.

"El Pequeño Haiti" Asentamiento de haitianos en el mismo centro del Distrito,
es la mejor demostración de la solidaridad del pueblo dominicano.  
No son refugiados porque en su país nadie los persigue por sus creencias políticas, religiosas y culturales; no son apátridas porque la constitución de Haiti, ratificada en todas las reformas, considera que todos los hijos de haitianos, son haitianos sin importar donde nazcan; no son dominicanos porque nuestra constitución es clara en la definición de quienes son dominicanos y ademas porque no conocen, ni respetan nuestros símbolos patrios y en muchos casos, ni siquiera dominan nuestro idioma.

Cansados de defendernos en todos los escenarios nacionales e internacionales de las ofensas de las grandes potencias; asediados y vilipendiados en todos los foros; irrespetados hasta la saciedad; desconocidos nuestros derechos soberanos; cansados de los insultos y hasta de las burlas de las autoridades haitianas y de la osadía de los haitianos ilegales que cada día se tornan mas agresivos e irrespetuosos a pesar de abrirles las escuelas para su formación, los hospitales para cuidar su salud y el acceso a las fuentes  de trabajo en desmedro de las masas dominicanas; atrapados y en un callejón sin salida, solo nos quedo el supremo recurso de apelar al máximo organismo legal: El tribunal Constitucional.

La Sentencia del Tribunal Constitucional nos quita el apretado dogal que nos colocaran al cuello los enemigos internos y externos, con una decisión inapelable, que aunque produzca ríos de lamentos y llantos en los prohaitianos y algunos temblores e indecisiones en altas instancias del poder, el efecto legal, legitimo y constitucional no podrá ser desconocido y mucho menos irrespetados. La suerte esta echada.  Estamos justo "donde la puerca retuerce el Rabo!!

Levantemos bien alta la bandera dominicana y honremos a los héroes y mártires que con su sacrificio nos legaron una patria libre, independiente y soberana. Junto al Patricio recordemos su Juramento:



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