Adelantandose a la salida del sol, todos los días, truene, llueva o ventee, este héroe anónimo, sale a buscar el pan diario, recorriendo kilómetros y kilómetros, ignorando que con los magros impuespos de millares de hombres como él, funcionarios del sector oficial cobran hasta un Millón de pesos cada mes.
Hoy se celebra en nuestro país, República Dominicana, el Día del Padre y aunque el día no tiene la connotación especial que asignamos al de ese ser tan especial que constituye la Madre, es propicio sin embargo, para desearles felicidades y augurarles un futuro menos incierto a todos los hombres trabajadores, honestos, humildes, sacrificados, que han hecho de su pareja y su familia el eje central de su existencia.
Especial congratulacion a aquellos padres de familias tradicionales y felices, donde los conflictos, tan frecuentes en sociedades signadas por la explotación del hombre y la mujer, por la exclusión y la ignorancia, la falta de trabajo de calidad, bajos salarios, sin servicios adecuados de salud y educación, se resuelven (los conflictos) con la discusión sana y respetuosa, sin pasar a la violencia y a la agresión, tan comunes en nuestra sociedad.
A esos hombres proveedores de los bienes materiales indispensable para la familia, heroes anonimos de todos los días, les deseo un poquito de felicidad y que la unidad y el respeto familiar, se mantengan y se consoliden. Ya vendrán días mejores.
Felicidades también a los padres de segunda y tercera nupcias, que respetan a sus ex parejas y cumplen religiosamente con sus hijos, en las duras tareas de educarlos y conducirlos por los caminos correctos.
PERO.....a aquellos padres que asesinaron a sus parejas y no tuvieron el valor de suicidarse, que se pudran en la cárcel, porque no hay terapia que pueda llenar de sanas ideas a un cerebro lleno de basura. Para sus hijos, victimas inocenes, los mejores deseos de que la ayuda oficial no los abandone y que el auxilio de sus familiares y la ayuda profesional puedan conducirlos a una vida sin los traumas ocasionados por la tragedia de perder a su madre, victimizada por la mano criminal de su progenitor.
A los hombres violentos, bueyeros y abusadores que maltratan a sus parejas y a sus hijos, esperamos el concurso de los jueces, para aislar a estas bestias en cárceles especiales donde reciban junto a un justo castigo, ayuda profesional, con la esperanza tal vez inútil, de llevar luz a un cerebro cuyas neuronas fueron fundidas por la falta de educación y por un ambiente propio del albañal donde residen. Si a pesar del esfuerzo por enderezarlo y convertirlo en un hombre respetuoso de las leyes sociales y del derecho de la mujer a tomar sus propias decisiones, entre ella la mas importante de todas: No vivir junto a un animal, una basura humana qiue merece el desprecio de ella y de la sociedad, enonces abandonarla en una celda donde termine con su inutil existencia.
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